martes, 1 de diciembre de 2015

Conversaciones en noviembre con mi velero

Después de vaciar la sentina y adecentar los cofres, me he sentado junto a él, conversando sobre la vida y nuestros recuerdos; soñando con salir otra vez, cuando el viento de levante amaine. Ayer el día era perfecto: viento suficiente y cielo despejado. Hoy, sin embargo, el duro viento de levante hace ulular los estayes, en cubierta. Cargo las baterías y releo las notas del diario. Olfateo el aire cargado de humedad. Mañana va llover a cántaros. Arranco el motor y, atento al viento en la jarcia, escucho las historias y sueños de mi velero. Yo les relato las mías, y el dolor que viene de la ausencia, de mi perro Puck, que ya no puede acompañarme al pantalán, pero sí está su memoria en mi ser, en mis ilusiones, recuerdos y sueños. Reviso las luces de navegación, al caer el día. Limpio y baldeo la cubierta, casi con ternura. Luego, tomo una ensalada y unas sardinas, en el bar del puerto. Paseo por el pantalán y oteo el horizonte a través de la bocana.
Sobrevent