domingo, 28 de julio de 2013

A pesar del calor (34ºC) y de la elevada humedad relativa ... la driza de la mayor, a veces, se enreda en un peldaño del palo antes de izar la vela

Hace mucho calor, 34ºC de máxima, y la humedad relativa es alta. He salido a navegar. Viento de componente S, fuerza 2/3, con un poco de marejada. Al izar la vela mayor, el cabeceo del barco ha provocado que se enredara la driza de esta vela en un peldaño del palo ( a pesar de estar debidamente plegado); un leve contratiempo que, sin embargo, se produce a menudo que hay un poco de marejada y que, para prevenirlo, estoy pensando en mantener la tensión de la driza de la mayor con un cabo auxiliar, que sea fácil de zafar, hasta que empiece a izar la vela.

El cuchareo del barco ha sido la causa de un leve mareo; a pesar de que no había apagado aún el motor y, con su ayuda, iba avanzando, aunque lentamente, he empezado a encontrarme mal (sensación de mareo y agobio).

He navegada a rumbo SE durante unos 40 minutos y, virando por redondo, he regresado a puerto enseguida. Al poco rato de haber amarrado, mientras ordenaba las drizas, el malestar ha indo en aumento. Tal vez haya sido un principio de golpe de calor. Me he tumbado en la camareta, pero no conseguía reponerme (sudaba copiosamente). Incluso he bajado a tierra, sin acabar de estibar, para dar un paseo por fuera del recinto del puerto, sin apenas mejorar. Como he podido he acabado de poner la funda de la vela mayor y he ordenado las escotas, yéndome por fin a casa. El caso es que al llegar, aún no me había recuperado del todo. Por las noches no duermo nada bien. Esto tampoco ayuda. Esta noche me he tomado unas grageas de valeriana que me ha dado María; he dormido algo mejor.