Hemos ido, María y yo, a Altafulla para pasar los primeros días de las vacaciones de Semana Santa, hasta el jueves.
Cargué las baterías. A pesar de soplar continuamente un viento duro del segundo cuadrante, el martes salí a navegar, aunque un viento fuerte, racheado, de componente SE, sólo me permitió navegar con la mayor, no tuve ocasión de desenrollar la génova, precisamente por la aparición de las primeras rachas al pronto de haber izado la mayor; las olas crecieron en altura, y arrumbé a la bocana al cabo de una hora de navegación. Tuve dificultades al arriar la mayor al tener demasiado rozamiento la driza en la polea en la perilla ( muy desgastada ), y rozar dicha driza con las otras drizas en la base del palo que, por descuido, dejé entrecruzadas durante el último arreglo que hice. Me costó pues lo suyo la operación de enfilar el viento y arriar, en buena parte debido al oleaje creciente, que dificultaba el salir de la bañera para trabajar en la base del palo. El motor funciona bien.
Hice algunos arreglos en cubierta, la baldeé bien y limpié la sentina. Al limpiar la sentida, había un poco de agua ( como de costumbre ). Mojé el dedo en el agua y la probé para ver si era de la lluvia o salada: era salada; por tanto, pediré a Jordi que, cuando revisen el motor, den un vistazo al prensa-estopas. Saludé a Jose en el varadero. Llamaré a Jordi a principios de Mayo para pedirle que empiecen las tareas habituales de cada año.