Jordi me había comentado que era ya necesario decapar la obra viva hasta llegar a la capa de gel coat, para examinarla y repararla si fuese necesario. En algunas zonas así ha sido: enmasillar con resina epoxy, pulir bien la superficie, e incluso reparar un pequeño golpe en la fibra, localizado en la zona próxima a la salida del eje y ocasionado con toda seguridad al tocar un cabo de amarre de un velero de gran eslora una mañana del verano pasado con viente del cuadrante Este, cuando regresaba al amarre. Y para finalizar los trabajos en la obra viva, pintar con pintura antiincrustante sobre la superficie reparada.
La polea de la driza de la vela mayor ha tenido que reponerse por una nueva, de nylon, torneada a las mismas medidas idénticas a la original de aluminio, ya inservible. También se ha reparado la luz de cubierta, habiendo tenido que sustituir también la de tope. Se ha tenido que sustituir el indicador del cuentarevoluciones del motor, por haberse desprendido el cristal exterior de forma irreparable. Además de lo de siempre: cambio de aceite del motor, cambio de filtros de combustible y este año, también, engrase y limpieza de winches.